Dungeon Raiders es un diseño del especial Phil Walker-Harding. Este autor ha ido dejando un reguero de juegos que buscan elegancia y enjundia, sin separarse demasiado del terreno familiar. Lo ha demostrado con el Cacao, una suerte de Carcassone tematizado, Sushi Go!, el cual reinventa a 7 Wonders, o el reciente juego del año que es Imhotep.
Con este juego, Phil pretende montar una aventura de mazmorreo de forma competitiva empleando una mecánica de bazas. Se trata de un caso similar al reseñado recientemente por un servidor, Saqueo a la Mazmorra, que hacía lo mismo pero con mecánica abstracta. ¿Logrará este autor salirse de un título familiar pero con chicha?
Dungeon Raiders es rápido de explicar y emocionante en cada turno.
Reseña en formato cuestionario: rápido de leer, entretenido de hacer.
Ficha
Dungeon Raiders
Autor: Phil Walker-Harding.
Cuestionario
¿Qué?
En Dungeon Raiders hasta cinco jugadores descenderán los cinco pisos de una mazmorra, compuesta cada una por cinco habitaciones. Cada héroes tendrá en su mano cinco cartas, con números del uno al cinco. En cada habitación, exploradas una a una, se deberá jugar una carta de la mano, quedando descartada hasta que bajemos a la siguiente planta.
Dependiendo de la habitación, tener el valor más alto o más bajo nos interesará de alguna forma: en una tienda conseguirás los mejores productos, en una trampa penalizarás al que más monedas tenga o contra un monstruo si no es derrotado, el que aportó la carta inferior sufrirá daño. Esto implica que deberás tomar muchas decisiones e incluso farolear con qué carta vas a bajar: puede que te interese que otro jugador gaste su carta de valor cinco en una habitación, sabiendo que podrás aprovecharte más tarde.
De esta forma, tenemos un juego rápido como el rayo, en el que todos juegan a la vez, y que la mecánica es emocionante por los resultados que da.
¿Quién?
Como todo juego de apuesta oculta, o bazas, a más jugadores gana, y mucho. Se recomiendan mínimo 4 o 5 jugadores, aunque siempre se puede jugar a tres. Este juego es sencillo, por lo que todo el mundo podrá jugarlo, pero a la vez la profundidad estará en el faroleo de los jugadores y las previsiones que estimemos.
¿Dónde?
De forma ágil, Phil consigue transmitir la experiencia de aventuras en muy poco tiempo y de forma competitiva. Las nuevas ilustraciones le quedan quenial y aumentan la inmersión y diversión.
¿Cuándo?
En menos de una hora habrás disfrutado como un enano.
¿Por qué?
En esta nueva edición, se mejora con los dibujos de Albert Monteys y con una mecánica importante: ya no existe la eliminación. En su lugar, el jugador con más heridas será eliminado. Este elemento me recuerda a Knizia y su recientemente relanzado High Society, el cual añade una gran tensión y una variable más qu einfluye en los jugadores: hasta dónde podemos arriesgar. Una genialidad, y punto para el que lo pensó.
Dungeon Raiders da mucho con pocas reglas
Componentes
Caja pequeña pero cargada de cartas de aceptable gramaje.
Rejugabilidad
Dungeon Raiders viene preparado para ser bastante variado: no sólo siempre hay habitaciones que no llegan a jugarse, sino también existe una amplia diversidad de enemigos finales que le dan emoción.
Escalabilidad
A dos: No se puede.
Número ideal: Cinco.
Bipolar
Pros
- Rápido y sencillo. Muy elegante.
- Ilustraciones atractivas.
Contras
- A tres jugadores pierde.
- Más tipos diferentes de habitaciones darían mayor variedad al conjunto. Al juego le falta claramente variabilidad.
Conclusión
Que exista una reedición de este juego tiene todo el sentido del mundo: las ilustraciones del anterior y la posibilidad de eliminación le daban un aroma viejuno. Ahora tenemos un juego que va a gustar a familia, jugadores casuales y a jugones, rápido y divertido.
A diferencia de otros juegos familiares, de 40 minutos y reglas sencillas, creo que Dungeon Raiders cuadra perfecto para jugones y público más casual. No sabrá demasiado fácil, ni los más sabedores podrán aventajarse. Es un rato muy entretenido.
Dungeon Raiders se convierte así en un medio filler excepcional, que divertirá a todos, lleno de faroleo y tensión.